domingo, 6 de diciembre de 2015

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"Me estoy hundiendo, estoy muerta"
Nunca antes me había sentido tan fría conmigo misma, casi sin poder notar mis sentimientos. Tal vez el sonreír tan sólo sea una coraza que me protege de las personas. Estoy en el fondo, hundida, y aún así sigo bajando. Sinceramente ya no sé quién soy o quien pretendo ser. Sonrisas falsas y rotas, con una mirada fuerte que te pide que me liberes sabiendo que nunca podré sentirme libre. Te has llevado mi interior, por eso soy tan insensible, sin alma, sin nada. Di mi nombre y sálvame de la oscuridad. Sálvame. Despiértame por dentro. Respira en mi y hazme real. No soy capaz de despertar. Estoy congelada y tú eres la vida entre la muerte. Sálvame, porque estoy al borde del precipicio. Haciendo equilibrios mentales. Tráeme a la vida.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Entre verso y beso.

Piensas que cualquiera es mejor que tu, sin darte cuenta que eres y serás perfecta para alguien. Para mi.
Te desgastas los labios en bocas de otros sin probar unos labios que no te desgarren el corazón y te lo haga trizas. Prefieres gemir al oído de la bestia que al que tiene corazón. Y te propones ser feliz cuando te proclaman masoca por sumergirte en naufragios que no son tuyos, esperando ayudar en algo que ni tu misma puedes combatir. Te crees menos, y eres más... salvavidas. Evitas los mensajes que te hacen huir de la realidad, pero prefieres matarte a canciones que te hagan llorar.
Y es que somos contradicciones, antítesis de nosotras mismas. Chocaremos y taparemos el agujero para no hundirnos, aprenderemos a navegar en brazos de la otra, pero sólo si estas dispuesta. Navegaré por tu espalda, besando cada lunar que tiene complejo de luna pero no fue capaz de brillar. Aprenderé a leerte los labios, entre verso y beso. Pero dejame navegarte y no tengas miedo a acabar tu viaje siendo feliz. Con una compañera de vuelo, navío y carretera.

viernes, 18 de septiembre de 2015

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Llega el frío que arrasa con todo, incluyendo nuestros sentimientos. Ya ni una buena manta es capaz de calentar unos pies fríos, porque si no estás me volveré fría eternamente.
El sabor amargo del café se hace presente en cualquier dia rutinario, porque tú ahora tienes mil tonterías con otra en vez de conmigo.
Yo siempre fui de Abrazos amargos que dejan qué desear, y tú tenias el corazón en un puño bombeando sangre a doscientos por hora sin entender que mientras más apretabas más daño hacias. Te hacias. En verdad, deseo que seas feliz. Que lo seamos. Aunque a veces piense que esto no es la felicidad que buscaba. Que tu felicidad está sentada en otra silla de cualquier bar de Madrid, o que está escribiendo en otra pantalla de móvil que no sea la mia. Me desconcierta.
Cada vez que veo tu cara decepcionada me decepciono aún más y me repito mil veces qué habré hecho mal. Simplemente quise que fueras feliz y mis sentimientos de envidia o celos o qué se yo no me dejaron dormir en noches como las de hoy. Decepciona ver cómo te ries con otras tonterias que no sean las mias, decepcionar o desilusionar, no sé que verbo es mejor.
Pero te quiero, y mi corazón solo arde por ti, eso está claro que no se puede cambiar. Te querré siempre, aunque acabes yendote.

lunes, 14 de septiembre de 2015

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Echo de menos esas miradas que nos hacen cómplices de algo que llevamos creando un año, y nunca me arrepentiré de ello. Echo de menos tu olor, tus abrazos con un sabor dulce como si me invitaras a quedar toda una vida a tu lado. Echo de menos el sexo de madrugada con cosquillas por la espalda después de llevarte al cielo o infierno. 
Noches y noches en las que los lobos salen a aullar a su única luna con la esperanza de que la oiga y vuelva. Sin rendirse. Firmes. Fuertes. Aullidos toda una noche de luna llena. Esperándote en su vereda, calmando este desgarrador grito dentro de mi surgido por tu ausencia. Vuelve esta noche y te juro que te bajaré la luna todas las noches a tu habitación, te contare tus estrellas y haré constelaciones con los lunares. Te comeré la vida a bocados, y viviré tu cuerpo hasta que no pueda más. Te versaré una vez más y me iré a mis anchas esperando volver a poner un punto y coma en esta historia porque jamás querré acabar con ella. 

viernes, 14 de agosto de 2015

El arte de la poesía.

Uno de los mayores placeres de esta vida es olor a libro nuevo. Olor a nuevos versos en los que hundirte en un mar de poesía y amor, rociado con el aroma de cariño que cada autor deja sobre ellos. Poesía convertida en arte, como el de tu cuerpo. Poesía que expresa más en dos versos que en todo un libro de prosa olvidada. No me malinterpretéis, la prosa también tiene su aquél. Influencia de la calidad.
Y es que el arte es el amor, esfuerzo y superación que cada autor pone día a día por escrito en un pequeño trozo de papel que acabará siendo grande. Inolvidable. Poesía son momentos, olores, recuerdos, personas. Poesía es acordarse de eso que se te había olvidado, es ver a un niño reírse, a una pareja darse un beso o a un amigo abrazarte.
Dime qué puede haber mejor para la soledad que un buen libro de poemas que te secuestren en sus rimas, creándote musa de ello. Qué mejor que un libro capaz de arroparte en las noches más frías, capaz de darte ese abrazo que necesitas en el peor momento. Qué mejor que hacerte poesía y musa de mis versos en la oscuridad de esta noche.

jueves, 13 de agosto de 2015

Invierno.

parece mentira que eche de menos al invierno, al calor que me das cuando me abrazas dentro de la cama. También echo de más el frío que dejas cuando te vas, pero me encanta cuando vuelves con más amor. El olor a café recién levantada, el ronroneo perezoso y la sonrisa al verte a mi lado. Echo de menos el frío porque es una excusa para poder estar más pegada a ti y abrazarte. Pasarnos la vida en la cama porque es el único lugar donde se crea ese ambiente adorable por el que mataría una y otra vez.
Estar ocupadas por las tardes y que al caer la noche nos escribamos y veamos la suerte que tenemos de tenernos, de poder comernos a besos, de comernos a secas. Encontrarnos en la cama y perderme por tu pelo, descendiendo por el desvío de tu clavícula mientras muerdo ese sobresaliente de tu piel. Notar la piel estirada y de punta, y no por el frío, si no por ti. El frío volverá, y tu volverás a abrazarme sintiendome protegida y orgullosa de tener a una musa por diosa.

lunes, 10 de agosto de 2015

BANGARANG.

Aprendí que soy como un lobo enamorado de la luna, a la que haulla todas las noches por querer verla y no se rinde. Que soy débil como un niño pequeño al que haces llorar con cualquier cosa, pero fuerte como un tigre. Salvaje como un niño perdido, y mágica como el país de Nunca jamás.
Aprendí que un beso es un dedal y que un dedal es un beso, regalando dedales a las personas que no se escapan de aquí dentro.
Descubrí que con una pizca de ilusión, puedes hacer que todo sea mágico, y que por más que llores, tus lágrimas pueden acabar en sonrisas. Que el polvo de hadas es una leyenda incierta porque lo que de verdad te hace volar son los pensamientos felices. Que los trols no sólo están en los cuentos, que hay más de uno por la calle en zapatillas. Que los niños perdidos puede ser la mejor elección que hagas para ser alguien leal. Que todos tenemos nuestro corazoncito aunque vayamos de duros luchando contra piratas, trols, sombras y cocodrilos. Que en el fondo a cada uno de nosotros nos encantaria ahora mismo un dedal que haga que todo lo malo se vaya para poder volar muy alto.
Que con ilusión y ganas, todo se puede. Pensemos en cosas bonitas y podremos volar. Pensemos en te quieros regalados en trocitos de papel, en abrazos con la mirada, en lo sientos que acaban en risas. Pensemos en arriesgar y ganar, en divertirnos y ser felices.

miércoles, 20 de mayo de 2015

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Ya van muchas noches sin ti y aún sigo recordando el olor de tu colonia al abrazarme, la voz que te sale recién levantada o los besos que me dabas. Hoy he conocido a una persona. Eres tú, y has cambiado. Hemos cambiado. Ahora no puedo imaginarme un mundo sin tus abrazos o tus te quieros, y en verdad no sé si tu podrías hacerlo. Bastante jodido ha sido hasta ahora como para tirar la toalla. Yo voy a luchar por lo nuestro, por ti. Haga lo que haga falta, no me rendiré fácilmente. No si se trata de ti. Hoy pienso ser feliz, por mí misma. Y hacerte feliz a la vez a ti. Hoy pienso que esto tiene que salir bien, demasiadas cosas nos han ido mal ya por lo que el karma ahora se tiene que poner a nuestro favor.
Ahí estabas, delante mía, y yo sin poder articular palabra. Te miraba y se me entrecortaba la respiración por medio del humo. Desde el momento en el que te vi supe que no podría vivir sin ti ni tus besos, no quería vivir sin ellos. Eras mi musa, y lo serás siempre. Quieras o no.

lunes, 13 de abril de 2015

Y entonces escribí, escribí para no ahogarme.

Retumbaba el pitido de desesperación mientras se me encogía el pecho. Parecía que tenían mi corazón cogido tan fuerte de las arterias principales que de un momento a otro saltaría en mil pedazos manchándolo todo de sangre. No podía pensar en nada que no me quebrara por dentro. Ya era tarde, la noche se me echaba encima y las cicatrices persistían. Sólo oía pequeños golpes empujando, como si algo dentro de mí quisiera salir: las ganas de echarlo todo a perder o morir por ti. No sentía nada más allá que el escozor de una herida recién abierta y la respiración entrecortada mientras mi mente me repetía una y otra vez que no iba a hacer nada bien, como si no le hubiesen enseñado otras palabras.

Mi corazón ya lleva bastantes batallas perdidas y no sé si podrá con una más. Ni si quiera sé si podré sobrevivir una noche sin ti, por eso es que malgasto un folio en escribir sobre heridas de guerras, de golpes y de caídas. Aunque prefiero morir esta noche, si eso implica que moriré por ti y no seguiré viviendo en esta agonía donde ya no hay más tú, ni yo, ni nosotras. Y que tire la primera piedra quién nunca ha muerto de amor, entendiendo el amor como el dolor más puro y sincero que existe, incluso placentero, en una madrugada que parece no acabar nunca y el sueño no te alcanza. 

Se oye el silencio interno de las gotas que resbalan por las mejillas y un grito desgarrador que se hace conmigo en cuanto cojo ese lápiz otra vez y dibujo sobre el papel, aunque pocos entiendan esta metáfora. No pretendo que me leas, ni que sientas pena por mí, tan sólo converso con el verso de tu folio del que un día viéndote me enamoré y creí ver poesía, cuando en realidad, veía a la chica más bonita del mundo. Así que gracias, por sonreírme cuando todos huían de mis monstruos, por quererlos para que ninguno de ellos llevasen tu nombre, y por ser fuerte por las dos, que eso ya sabes que ha sido muchas veces. Y una vez más, me aferro a ese pitido infernal que todos hemos oído tantas veces. Pero finalmente, me aferro a ti.


Y entonces escribí, escribí para no ahogarme.

viernes, 3 de abril de 2015

Libérate.

Ese beso se quedó en mí cómo si llenase ese vacío y pudiese cicatrizar todas mis heridas de guerra con sus labios. No hay otro sentimiento que valga más la pena que el vacío que llenas cuando estás, cuando encuentras a alguien que te entiende y pone un poco de luz en tu camino. Porque todos hemos pasado por un lado oscuro en nuestro camino y hemos necesitado a alguien quien nos guiase cuando todo estaba negro, apagado.

Me desangro con un bolígrafo en medio de un papel con la intención de dejar un rastro que me lleve de vuelta a ti. Dejando letras en vez de migas de pan, para no perderme. Aunque sé que las devorará y arrasará con ella cualquier depredador que esté cerca. Y es que no quiero que sientas otra cosa que no sea amor, hacia ti. Ven, quédate conmigo esta tarde, intercambiemos un par de risas, sonrisas tímidas, y deshace todos esos nudos que te atan dentro de tu pecho, respira y siente. Libérate.


No tienes mayor defecto que el de no sonreír, o sonreír adjudicándote esa careta de la que tanto te arrepientes, y que no te hace bien. Ven, sé tú conmigo. Simplemente tú. Aprende que no todo son aciertos, pero tampoco errores. Que tienes miles de cosas buenas, y quizás alguna mala. Pero quiérete, porque eres una chica demasiado preciosa como para malgastar sonrisas y ocultar llantos hasta la una de la madrugada. 

viernes, 13 de marzo de 2015

Días y días.

Hay días en los que nada del mundo te anima, ni si quiera el huracán más fuerte te haría salir de la cama. Sientes tus latidos a mil por hora y pretendes que alguien venga a salvarte, en vez de saber que si no eres tú tu propia heroína nadie lo será. 
Hay días de esos que parece que ahí fuera todo son tormentas, y que en tu habitación con la música alta es lo único que alivia entre tanta lluvia. Días en los que no te apetece encontrarte a nadie y muchos menos que te pregunten qué te pasa, días como hoy, que tienen un sabor un tanto amargo.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Vacío.

'Tienes un problema' me repetían entre tantos gritos, lágrimas y caras de incomprensión. Ahora me miro y mi reflejo ya no está, hace tiempo que me abandonó para ser el reflejo de otra persona más 'normal'.
Ya no hablo de amor, felicidad o desesperación. Tan solo hablo desde el corazón, ese que hace ya un tiempo que no oigo sus latidos, sinónimo de estar muerta. Por dentro. Interiormente es todo tan negro que da miedo conocerme, prefiero quedarme en la ignorancia del que sonríe por no contar sus penas agarradas a una botella de vodka barato.
Derramaba sangre, como si fuera el fin. Como si ya no pudiera volver a ver a nadie nunca mas. Tenia miedo, pero no por mí, si no por la gente que lloraba por eso. Tenia miedo de hacer daño, porque eso de hacerme daño a mi seria como un placer prohibido, casi carnal.
No trato de que entendáis lo que pasa por mi cabeza, porque simplemente no la entiendo ni yo. Tan solo trato de liberar dolor de alguna forma que no haga daño a nadie. Trato de dejar esta esclavitud de agonía que me tiene encerrada en un callejón sin salida.
Tal vez tengan razón y necesite a alguien que me salve, ayuda de algún tipo. Pero eso ahora es lo de menos, el mundo seguirá girando conmigo o sin mi. Lo peor de todo es cuando dejo de sentir ya que el peor sentimiento es no sentir nada. Estar completamente vacía.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Lucky.

Una noche más entre el humo de lucky y algo de insomnio que rebota en mi pecho con ganas de salir y besarte. Estás tan cerca y a la vez tan lejos que aún no me atrevo a mirarte mientras me miras por si te alejas una vez más de mi. Y sé que nunca he sido muy valiente, pero me partiría el pecho cada fin de semana por verte sonreír una vez más. Por un día más de esos en los que crees que escribo a musas, pero en realidad hablo de ti. Y a pesar de todo este tiempo, ahora descubro que tienes ese algo que me vuelve loca y que ya no hay vuelta atrás. Tu boca, que locura de boca la tuya, daría lo que fuera por besarte, hacerte sentir lo que de verdad tienes que sentir: la perfección que eres escondida en una pequeña sonrisa algo engañosa.
Que haré hasta que te corras el carmín, pero no el rímel. Haré que cada día a tu lado supere al anterior, hasta que poco a poco te enamores de mi. Y es que yo ya no puedo vivir con esta presión en el pecho, donde escribo por vomitar varios sentimientos en un trozo de papel que nunca leerás. Lo intento, intento tener algo a que agarrarme de ti, como si el filo de tu clavícula no fuera suficiente. Te necesito para respirar un rato entre tanta rutina y pasado. Date cuenta que esto es para ti, y quizás para algún verso que tengamos en común.

lunes, 16 de febrero de 2015

Amor.

Te miro y veo un precipicio por el que estaría dispuesta a caer si fuera por salvarte a ti. Porque el amor, al fin y al cabo es eso, arriesgar y darlo todo por esa persona por la que moriría una y otra y otra vez. Amor eres tú y todos los besos que me apetece darte. Amor es cada parte de ti que se estremece en medio de una pequeña sonrisa que acaba en carcajada, Es poder verte dormir y acariciarte después de un beso en la frente.

Me gustaría conocer cada parte de ti, cada vicio inconfesable que guardas en lo más profundo, poder ser cada resquicio de felicidad que se queda a dormir cada noche en tus labios. Quiero, me apetece,ser aquella persona que guarde todos tus miedos en un baúl y lo tire por la borda, y por la que, poco a poco, darías la vida por retenerme una noche más a tu lado. Voy a ser esa persona a la que cogerás la mano cuando más miedo tengas, y yo te desataré de ellos para que te sientas libre y puedas volar sin miedo a nada.

Lo único que te pido es que no dejes de sonreírme cada vez que te mire, que me seques las lágrimas cuando ya no pueda más y que sigas en mi vida porque, esta chica que intenta salvarte del desastre, también puede ahogarse en cuestión de segundos.

Quédate, porque te necesito.



miércoles, 4 de febrero de 2015

Sin sentido constante.

Romperse el pecho para escribir todo aquello que nos queda por decir, para poder aliviar esa presión sometida por todo ese miedo irracional creado por una sociedad un tanto hipócrita. Y tan sólo esto es un poco de elixir de los poetas que sangran en sus sentimientos y que lloran porque no saben vivir estando muertos, algo que tal vez necesites. Deberíamos aprender a desahogarnos entre letras y escritos tontos que con las personas que más necesitamos para respirar.
Y en el fondo, es irónico ¿no? que la misma persona que me da el aire necesario sea la única capaz de quitármelo. No sé como lo haces para acabar colándote siempre entre mis manos y este lápiz, porque siempre empiezo a escribir algo que no tiene nada que ver con lo que termino, tal vez eso sea reflejo de mi inestable rutina, típico. Miles de palabras sin sentido escritas sin otro objetivo que desahogarse, porque a mi lo de cómo se debe escribir y las pautas que quizás algún día aprenderé, ni me va ni me viene, escribo para desahogarme no para que a cualquiera le parezca que está bien o está mal. Y en verdad, qué está bien y qué mal. Es relativo según de qué ojos mires a la realidad.
En verdad, yo soy de hablar con un poquito de sarcasmo y de dejar a la rima a punto del orgasmo, quizás algún día el karma me lo pague. Pero hasta entonces qué, vive el presente, escribe lo primero que se te ocurra, olvídate de lo que acabas de escribir y piensa algo nuevo. Si, esto es un puro sin sentido constante.

miércoles, 21 de enero de 2015

Esta vez no será a Nunca Jamás.

La verdad es que no sé si es que no nos entendemos o que preferimos las reconciliaciones de después. Sea lo que sea, aquí me tiene a la una de la mañana escribiendote, para variar. Porque si no eres tú ¿quién coño va a ser? Está claro que sin ti, yo no soy. Y que tu sin mi, podrías ser.
Y antes de seguir usando mas tecnicismos, por qué no decirte que me muero por morderte ese lunar que tienes justo ahí, en tu cuello. Por qué no decirte que si no es toda una vida contigo, no quiero vivir. Que si no es de ti, no escribo. Como coño hacerte ver que ya no quiero besos de otras bocas, porque ninguno llenaría este vacío que dejarías si te vas. Que lo que yo pretendo es despertarme un lunes por la mañana y tenerte al lado mía para poder abrazarte y que me des los buenos días. ¡Y tan buenos días! 
Que lo que yo quiero es colgarme de tu cuello y bailar nuestra canción favorita, como si fuera la banda sonora de nuestras vidas. Ir al compás de la música y simplemente dejarnos llevar. Que sigas presentándote en mi portal y me pilles recién salida de la ducha. Despertarme y que me pilles fea, y que aún así susurres que soy la chica más guapa que has visto. Seguir creando momentos inolvidables a tu lado y que después de todo me sigas diciendo que no te vas a cansar jamás de mi, que lo darías todo por verme sonreír una vez mas.
Pero supongo que todo acaba guardado en un cajón, donde mágicamente se acaban perdiendo esas cosas de las que no te acuerdas. Y tal vez sea por eso, porque ya no crees en ellas. Como los ingenuos que no creen en hadas consiguiendo que desaparezcan. Nunca digas que no existen, ya lo decía Peter Pan. Que para poder volar necesitamos pensar cosas bonitas, y no hay algo mas bonito que tú, y es por eso que te pienso en noches como hoy. Quiero volar, pero esta vez no será al país de Nunca Jamás. Esta vez será al paraíso de tu cama, a admirar cómo duermes, observarte y darte ese beso en la frente con el que contestaras con una leve sonrisa mientras me abrazas. 
Parece mentira como perdemos la ilusión y dejamos de creer a medida que crecemos. Porque tal vez creer que existen los Reyes Magos, Papa Noel o el ratoncito Pérez nos hiciera mucho más felices que saber que la verdad se ha convertido en un mundo dónde cada persona mira por sí mismo y no les importa pisotear a cualquier otro por llegar a la cima. Tal vez nos hiciera mas feliz esa ilusión de cuando éramos pequeños que la desilusión que nos creamos cada lunes. O martes. Trece. 

martes, 20 de enero de 2015

A besos o a versos.

No hay nada que más miedo me de que el frío que dejas cuando te vas. Porque dejas a mi corazón sin coraza, desprotegido ante una manada de depredadores dispuestos a hacerle trizas. Ya sólo me queda la esperanza de este billete de ida para no volver a separarme de ti jamás.
No hay nada como poesía en un viaje mientras mis nervios me devoran por dentro, mientras que todo mi mundo interior está a la espera de ti. Como un café caliente, ardiente en labios. Como estos lunares de mi clavícula, de los que estarías dispuesto a colgarte sin pensarlo, sin saber si aguantarán el peso o es demasiado frágil. 
Y qué te voy a decir, si lo que tienes que saber te lo dicen mis labios. A besos o a versos. Qué decirte que no te haya dicho ya, si mi cadera quiere quedarse a vivir junto a la tuya, si mis ojos ya no tienen estrella más brillante que mirar que no seas tú. Que mi piel ya no entiende de mordiscos, caricias ni besos de otro cuerpo que no sea el tuyo. Sólo pretende encadenarte a él. A mi cuerpo. Y que nunca te vayas.
Quédate, porque esta noche el frío no entra si estás tú. Porque podemos hacer de estas cuatro paredes nuestro paraíso personal, a nuestro gusto, decorado con tu risa y mi mirada. Con tus besos y mis mordiscos. Con ese 'para siempre' que, por una puta vez, es y será verdad.

domingo, 4 de enero de 2015

Tú y nadie más.

En estas cuatro paredes ya hace frío sin ti. Desde la última vez que viniste se quedó tu esencia en mi cama, pero ahora todo te echa de menos. Estas piernas ya no se sostienen si no vienen tus brazos a salvarme. Ven. Repite una y otra vez mi subconsciente mientras te guarda esa rosa roja que tanto decías que te gustaba. Una, dos, tal vez seis, o doce. El reloj está en marcha en el inicio de un nuevo año, y tú tardas en venir. No quiero llegar al punto de que mi corazón no resista más a todo el frío que le rodea. Necesita calor, necesita de ti, un par de beso y un te quiero mientras te tumbas en mi pecho. Ya sabes que él está encantado de ser tu almohada y acompañarte en los miles de viajes soñados.
Ven, por favor. Ven y hazme el amor. Haz que vuelva a sentir, sentirte. Crear esa armonía de gemidos que tanto nos gusta. Y que se jodan los vecinos, prefiero mil veces hacerte el amor a la guerra, aunque bueno, si es guerra y en la cama, no me importaría.
Porque me encanta todo de ti, y quiero abrazarte mientras siento esa frase dentro de mí: todo irá bien, pequeña.
Tan sólo te necesito a ti, a nadie más.