martes, 30 de septiembre de 2014

Yo soy cuando no estás.

Yo soy cuando no estás. Yo soy yo sola y música acústica acompañándome, tratando de arreglar esos pedazos rotos que aún siguen en el suelo con la sonrisa rota al tener que recogerlo uno a uno. ¿Y llegados a este punto, qué más da lo que opinen de mí? Si demostrar es para el fan al que quieres seguir y tiene un claro fin, todo tiene un final y una despedida más sincera, espero no haberos hecho tan larga la espera. Ese sentimiento de culpa, el nudo en la garganta queriendo deshacerse es un grito, liberarse de esas cuerdas que atan a esta jodida voz que lo complica todo. Esas ganas de quedarte sin lágrimas pero sin querer soltar ninguna, de pie con los puños bien cerrados frente al espejo y una mirada que te delata en miles de noches contándole a la luna todos tus secretos al igual que el lobo aúlla con la esperanza de liberarse de ese dolor, echando todo lo que tiene dentro. Porque al fin y al cabo nada es lo que parece, el lobo aúlla a la luna porque se siente solo, la mirada en frente del espejo se mira con odio porque no soporta seguir siendo esa clase de monstruo, tan solo por buscar ser alguien más y tener a ese alguien que te diga "no pasa nada, todo irá bien".

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Un mal trago de vodka barato.


 Estaban a punto de salir, una tras otra, sin parar. Pero sabían que eso solo complicarían las cosas, ellas querían salir pero a la vez no, tan sólo querían desahogarse esa noche.
Sabían que si salían no podrían parar esta vez, sería un mal trago de vodka barato el que haría que lo olvidase todo. Pero parecía que la música estaba en contra de eso, estaba acompañando a la tristeza en un baile infinito invitándolas a bailar con ella esa noche, invitándolas a salir de ahí.
Música que se sentía sola, calmada, y cómo no, triste. Esa clase de música que las acompañaban siempre. No podían salir, joder, no tenían que complicarlo todo una vez más. Pero por más que se resistían sabían que acabarían saliendo, teniendo así un mal día y una noche aún peor, pero bueno, esta noche no hay cigarro que calme tus miedos ni nervios, esta noche toca conformarse con un "mañana será otro día" y fingir una enésima sonrisa. Pero, ¿qué más da una sonrisa fingida más a estas alturas?
Y acabaron saliendo, esas lágrimas de la chica con la sonrisa rota.