viernes, 14 de agosto de 2015

El arte de la poesía.

Uno de los mayores placeres de esta vida es olor a libro nuevo. Olor a nuevos versos en los que hundirte en un mar de poesía y amor, rociado con el aroma de cariño que cada autor deja sobre ellos. Poesía convertida en arte, como el de tu cuerpo. Poesía que expresa más en dos versos que en todo un libro de prosa olvidada. No me malinterpretéis, la prosa también tiene su aquél. Influencia de la calidad.
Y es que el arte es el amor, esfuerzo y superación que cada autor pone día a día por escrito en un pequeño trozo de papel que acabará siendo grande. Inolvidable. Poesía son momentos, olores, recuerdos, personas. Poesía es acordarse de eso que se te había olvidado, es ver a un niño reírse, a una pareja darse un beso o a un amigo abrazarte.
Dime qué puede haber mejor para la soledad que un buen libro de poemas que te secuestren en sus rimas, creándote musa de ello. Qué mejor que un libro capaz de arroparte en las noches más frías, capaz de darte ese abrazo que necesitas en el peor momento. Qué mejor que hacerte poesía y musa de mis versos en la oscuridad de esta noche.

jueves, 13 de agosto de 2015

Invierno.

parece mentira que eche de menos al invierno, al calor que me das cuando me abrazas dentro de la cama. También echo de más el frío que dejas cuando te vas, pero me encanta cuando vuelves con más amor. El olor a café recién levantada, el ronroneo perezoso y la sonrisa al verte a mi lado. Echo de menos el frío porque es una excusa para poder estar más pegada a ti y abrazarte. Pasarnos la vida en la cama porque es el único lugar donde se crea ese ambiente adorable por el que mataría una y otra vez.
Estar ocupadas por las tardes y que al caer la noche nos escribamos y veamos la suerte que tenemos de tenernos, de poder comernos a besos, de comernos a secas. Encontrarnos en la cama y perderme por tu pelo, descendiendo por el desvío de tu clavícula mientras muerdo ese sobresaliente de tu piel. Notar la piel estirada y de punta, y no por el frío, si no por ti. El frío volverá, y tu volverás a abrazarme sintiendome protegida y orgullosa de tener a una musa por diosa.

lunes, 10 de agosto de 2015

BANGARANG.

Aprendí que soy como un lobo enamorado de la luna, a la que haulla todas las noches por querer verla y no se rinde. Que soy débil como un niño pequeño al que haces llorar con cualquier cosa, pero fuerte como un tigre. Salvaje como un niño perdido, y mágica como el país de Nunca jamás.
Aprendí que un beso es un dedal y que un dedal es un beso, regalando dedales a las personas que no se escapan de aquí dentro.
Descubrí que con una pizca de ilusión, puedes hacer que todo sea mágico, y que por más que llores, tus lágrimas pueden acabar en sonrisas. Que el polvo de hadas es una leyenda incierta porque lo que de verdad te hace volar son los pensamientos felices. Que los trols no sólo están en los cuentos, que hay más de uno por la calle en zapatillas. Que los niños perdidos puede ser la mejor elección que hagas para ser alguien leal. Que todos tenemos nuestro corazoncito aunque vayamos de duros luchando contra piratas, trols, sombras y cocodrilos. Que en el fondo a cada uno de nosotros nos encantaria ahora mismo un dedal que haga que todo lo malo se vaya para poder volar muy alto.
Que con ilusión y ganas, todo se puede. Pensemos en cosas bonitas y podremos volar. Pensemos en te quieros regalados en trocitos de papel, en abrazos con la mirada, en lo sientos que acaban en risas. Pensemos en arriesgar y ganar, en divertirnos y ser felices.